martes, 29 de septiembre de 2015

Perderme para encontrarme

El otro día recordé el libro el Peregrino y parece que quisiera repetir la historia. Pero en vez de pasar varias veces por los Pirineos me pasé dando vueltas repitiendo varias veces las mismas calles en Madrid. La última vez que estuve en Madrid me pasó lo mismo, así que asumí que esta vez no volvería a suceder. Que equivocada estaba!
Una razón puede deberse a vivir en una ciudad muy cuadrada como es Rosario,  Pero tampoco voy a negar que soy despistada por Naturaleza. Pero más aún en una ciudad con tantas callejuelas,  diagonales, calles que se vuelven a cruzar... una madrileña me confesó que a veces ella también se confundía un poco en las calles de Madrid. O quizás lo dijo para que no me sintiera tan mal,  No lo sé..
Si sé que lo que indicaba en mi mapa que estaba a 15 minutos he logrado encontrarlo en una hora y media. Un récord (?
Tenía que encontrar la Iglesia de Santiago,  la rodeé por todos sus lados hasta que por fin di con ella.
Lo bueno de perderse en Madrid es que no estás perdiendo el tiempo sino que descubres plazas medievales,  Fuentes de la Edad Media, calles pintorescas, etc.
Cuando por fin llegué a la Iglesia,  estaba cerrada!. Sus puertas habían cerrado hacía 20 min,  Pero podría regresar en la mañana.
Mientras... pude probar en frente unas ricas tapas,  donde sus dueños me atendieron como si fuera de la familia.
Iza me dijo que su hija también quería hacer el Camino de Santiago pero que aún era muy joven,  se notaba que a Iza no le agradaba mucho la idea de su hija.
Luego de terminada la cena, Iza y su perrita July me acompañaron un trecho.
Le agradecí mucho y me dió un gran abrazo,  hizo unos pasos y me dijo "si lo pienso un poco más no te dejo ir sola! " y desapareció al pasar una farola.
A las 6 de la mañana ya tenía los ojos abiertos,  Es que me había dormido a las 22!  A las diez estaba puntual esperando que abra la Iglesia de Santiago (esta vez sólo me perdí dos veces)
Toqué timbre y un rostro muy amable con gran sonrisa apareció de inmediato. Era el párroco. Me dió la credencial de Peregrino y una Vieira que coloqué en mi mochila. Aprovechando la ocasión, también me confesé.
Al salir,  hice unas cuadras y por primera vez alguien me decía "buen camino peregrina! " (luego me percaté que era porque ya portaba la Vieira en mi mochila)
Tomé el metro a Chamartín,  que es donde está la estación de trenes. Compré mi boleto y al rato ya estaba en el tren. Contenta porque tenía casi tres horas para dormir.. Pero mi ilusión fue rota por un japonés que se sentó a mi lado. Nose si todos los japoneses serán tan curiosos, pero a mi me tocó uno mega preguntador.  Ni siquiera le importó cuando cerré mis ojos!  Peor!  En ese momento comenzó a mostrarme fotos de su hijo y esposa. Era fotógrafo para guías de viajes,  así que por lo menos tuvimos un tema en común para hablar.
 Al rato comenzaron a verse los molinos blancos de los reinos de Castilla y León,  allí estaban de nuevo. Pero esta vez yo estaba abajo y ellos tan cerca..


Iglesia de Santiago 

Las ricas tapas que me sirvieron


Plaza Mayor


Esperando el tren para León

domingo, 27 de septiembre de 2015

Por qué no iría en águila?

Mirando por la ventanilla del avión alcancé a ver cuando sobrevolábamos los molinos del Reino de Castilla.
Pensaba que cerca estábamos por donde luego debería caminar!
Recordé la pregunta que una vez una persona me hizo... "por qué las Águilas no lo llevaron a Frodo directamente al monte del destino? " y yo pensé..  y la aventura?  Y el crecimiento interior?
Yo también podría bajarme de un águila en Santiago pero no tendría sentido. Quién podría darme las experiencias vividas a pie de cada trecho del Camino?





jueves, 24 de septiembre de 2015

El Tiempo

Acá estoy esperando que me digan por qué puerta abordar.. destino San Pablo/Madrid.
Una noche sin pensarlo decidí emprender mi Camino a Santiago de Compostela,  pasaron tan sólo 4 meses de esa decisión. Nunca imaginé que pasaría tan rápido.
Creo que si lo hubiera pensado un poco quizás hoy no estaría acá. A veces,  cuando uno medita demasiado afloran los peros,  los miedos y con ellos las trabas y al final nunca es un buen momento para la aventura.
A todos aquellos que estén dudando de emprender su propia aventura les doy simplemente un Consejo,  No piensen demasiado. Háganlo!
Mi vuelo fue cambiado para las 19hs ya que me preguntaron si prefería viajar en primera clase sin abonar la diferencia.. una vez más no lo pensé (por qué habría de pensarlo siquiera? )
Nunca me molestó esperar,  por qué habitable molestarme ahora?
Recuerdo una parte del libro el "Peregrino" donde Petrus afirma que "el tiempo es siempre el mismo. Somos nosotros quiénes determinamos el ritmo del tiempo".
Disfrutar cada segundo aprovechando lo que el Camino (o la vida) quiera regalar es la mejor manera de llevar el ritmo del tiempo.